lunes, noviembre 28, 2005

Cosas que he callado VII...

Dormida.

No importa que tus ojos se hayan cerrado
ni que sea de madrugada y que sea yo quien vigile tus noches
entre lo oscuro del cuarto, desde mi cama y entre tus sueños.

Has dejado la ventana abierta,
juro estar acariciando tu espalda desnuda
pero sé que el reflejo de la luna lo hace en mi lugar.

Sé que no tienes ganas ni de escucharme,
aun así canto para ti las canciones que te gustan,
me imagino que esbozas una pequeña sonrisa oyendo mi voz.

Recorro la totalidad de tus piernas firmes y largas
sobre la sabana que cubre tu hermoso cuerpo,
ahora pienso que soy yo el protagonista de tu sueño.

Escribo sobre tu piel blanca mi nombre junto a un “no me olvides”,
es una buena forma para quedarme junto a ti
al día siguiente que decidas irte.

No me canso de contemplarte apenas respirando
con la luz de la luna dibujando tu silueta entre la noche,
así, sin que quiera hacer mío de nuevo tu cuerpo.

Ahora soy yo quien escucha tu voz inundando mis oídos,
sintiendo tus manos recorrer mi cuerpo,
abrazada a mi y cantándome despacito y al oído.

Imagino que seré yo quien amanezca contigo,
acariciando tu espalda y rozando mis piernas con las tuyas,
despertarte despacito y a mi lado.

Johnny.
Noviembre 28, 2005.

Crónicas IX...

Regalo de ti.

¿A donde vas?
¿por qué te vas?
¿Por que dejaste un gesto
de ti por cada esquina...?
R. Ornelas.

Me asomo por la ventana y esta lloviendo. Son las seis, y sé que, ya me estarás esperando. No sabes que emoción siento de saber que no tengo que ir a la escuela pues, ya no hay clases y que tu no iras a trabajar. Creo que, usaré un labial rojo, pero no, mejor no... recuerdo que a ti no te gusta. No quiero paraguas, me gusta sentir las gotas caer en mi cara, y camino sin mojar mis pies. En media hora estaré contigo y mi corazón se sale de mi pecho, creo que, tiene convulsiones.

Al fin te estoy viendo, y tus ojos, que nunca he adivinado de que color son, me están viendo también, ¡tengo tantas ganas de besarte! No me gusta el café que estas tomando, pero no quiero arruinar el primer día de vacaciones con consejos de salud. Siempre te quedó bien el suéter negro. Quiero decirte cuanto te he extrañado! y cuanta falta me has hecho...

Mmm, la gente nos mira raro, creo que, se asustan por mi gabardina. El verano se ha arruinado con la tormenta. Las calles están vacías y en este café pequeño, solo quedamos tu y yo. Y no entiendo porque lloras, ¿es que ya no me quieres mas? Yo soy quien debería llorar, si te vas a ver a tu familia, no te veré pasar las vacaciones conmigo y no veremos juntos caer otra lluvia.

Es extraño, pero de momento, he recordado, así de golpe, todos estos años de veraneo contigo. Recuerdas que cuando te conocí te querías suicidar? Creí que ya no te vería. Y que tal cuando casi me ahogo al subir el tepozteco? Nunca te agradecí ese suero con sal y Tehuacan que me salvo de morir también deshidratada otro año, preparaste hamburguesas y me llamaste fodonga por no ayudarte? Y que tal las tardes de calor junto al río? Otra tarde mas y no la contaríamos, porque en esa época hubo mucho dengue y nos salvamos por milagros, si, milagros, la cocinera que siempre nos corría.

Y hoy estamos aquí, mirándonos los pies, oyendo a quien imita a un trovador, de frente uno al otro, otro verano más. Llevas cinco tazas de café y yo, solo te estoy mirando, no se como se cuentan los días felices pero, junio es el mes más feliz de todo el año, de todos los años de mi vida.Y sigo mirándote, y veo tus gestos al tomar la taza, y tu mirada no se cruza con la mía porque miras el aparador. Pongo mi mano sobre la tuya, pero no la sientes... estas ausente, y eso me entristece.

Me doy cuenta de todo, de repente. Hoy es el ultimo verano que estoy contigo. Y hoy se acaban mis vacaciones a tu lado. Quizás ya no veré tus ojos y me digo, que, daría todos mis veranos felices por sentir una vez mas tu boca... pero hoy, tengo que soltarte... mañana cerrarán mis ojos y no veré caer esta lluvia.. Espero que cumplas tu promesa... y vengas a leerme un pedacito de libro, cada verano, con sol y con lluvia...sentado sobre el pasto y recargado en mi epitafio.

Te quiero.

Veronica I.
Noviembre 28, 2005.

jueves, noviembre 17, 2005

Cosas que he callado VI...

Prometo.

Prometo no interferir con tu noviazgo
pero no me pidas que deje de soñarme entre tus brazos,
sintiendo tu calor y tu cuerpo desnudo debajo de las sabanas
y volviéndonos uno solo juntando saliva, flujos y sudor.

Prometo mirarte, hablarte quedito y desde el corazón,
pero no me borres de tu pensamiento,
guárdame una caricia de tus labios, tu mirada encendida
y poquitas espinas porque el amor a veces duele.

Prometo quererte igual o más que el que tienes a tu lado
amarte en horas hábiles, y fines de semana y extrañarte aun estando junto a ti,
llevar una cuenta detallada de gestos y sonrisas diferentes
y guardarlos celosamente junto a tus sueños dentro de un baúl.

Prometo cantarte al oído al despertar y cuando sea la hora de dormir,
molestarte a las tres de la mañana solo para decirte que te amo y que sueño contigo,
bailar despacito y abrazados, no importa que sea a mitad de la calle,
ni que miradas extrañas nos llamen locos.

Prometo ser yo el encargado de cuidar tu vida,
abrazarte en momentos de llanto y compartir mil alegrías contigo,
caminar a tu lado de la mano sin importar que la lluvia nos moje,
no separarme de ti ahora que por fin te encontré.

No creo que me sea tan difícil cumplir esto,
solo hay un problema,
necesito que alguien me pida enamorarme de ti
porque tu no tienes ganas de decirlo.


Johnny.
Noviembre 16, 2005.