Crónicas XII...
Algún día.
Un día de estos me aparezco en el patio de tu casa con la venia de tus padres (de hecho seria de tu madre), aun no se si solo con mi guitarra mal afinada, tocando los acordes medio raro y cantando sin entonación, o con alguno que otro amigo trovador, con botellas de cerveza y empapados en alcohol, por supuesto que llevaría un arreglo floral en la mano derecha, pero que no sean de rosas, porque tienes la manía de devorarlas al primer pestañeo, pero si con un perfume y belleza similar.
Claro para esas alturas del partido ya serias mi novia, y espero que tu madre ya me trate sin la formalidad del "señor", si, lo se, soy mayor que tu, pero no tanto, seria padrisimo tener la suficiente confianza de entrar a su casa sin la pena que me ocasiona, pues sabes que soy alérgico a los padres, quizás una noche no muy lejana podría llevar algo para la cena con ella y tus hermanas, y si les hago lasagna?.
Tus hermanas serian las cómplices y a las que les contaría mis historias de suspenso inventadas, mis broncas contigo, mis chistes ácidos y alguno que otro secreto que hay entre los dos, ellas se encargarían de que para cuando llegue a tu patio, te encuentres totalmente dormida, con la puerta abierta para que llegues a escuchar mi aguardientosa voz, cuando ya estés tapadita con tus sabanas blancas y tu edredón color azul.
Tu padre, por supuesto que estará con cierto rictus de molestia reflejada en su rostro, posiblemente se encuentre pasado de copas, algo común los fines de semana. Seria bueno poder platicar con el, al calor de una buena cerveza, ver el partido el domingo a las 12, que no me vea como el “wey ese” o el que tiene los brazos alrededor de su hija cuando llega en las noches después del trabajo y pueda ser solamente... mmmm nose, algún apodo no tan despectivo, o mejor aun, me ubicaría al fin, como el novio de su hija.
Algún día, espero no muy lejano, poder abrazarte, besarte, tomarte de la mano si el temor que tu familia nos vea como si fuéramos jóvenes de secundaria que se esconden ante el miedo de ser descubiertos. Algún día, espero aparecerme en tu casa, en tu patio, empapado pues esta lloviendo, con frió, con un arreglo floral y sin rosas, con tus hermanas mis cómplices, con mis canciones desentonadas, con el nerviosismo de ver como tu madre me sonríe, con tu padre molesto, con mi corazón de frente y mis ganas de besarte cuando bajes a escuchar como termina mi canción, con las ganas de que algún día no muy lejano, te despierte cantando, desde nuestro patio....
Johnny.
Mayo 29, 2006.
Un día de estos me aparezco en el patio de tu casa con la venia de tus padres (de hecho seria de tu madre), aun no se si solo con mi guitarra mal afinada, tocando los acordes medio raro y cantando sin entonación, o con alguno que otro amigo trovador, con botellas de cerveza y empapados en alcohol, por supuesto que llevaría un arreglo floral en la mano derecha, pero que no sean de rosas, porque tienes la manía de devorarlas al primer pestañeo, pero si con un perfume y belleza similar.
Claro para esas alturas del partido ya serias mi novia, y espero que tu madre ya me trate sin la formalidad del "señor", si, lo se, soy mayor que tu, pero no tanto, seria padrisimo tener la suficiente confianza de entrar a su casa sin la pena que me ocasiona, pues sabes que soy alérgico a los padres, quizás una noche no muy lejana podría llevar algo para la cena con ella y tus hermanas, y si les hago lasagna?.
Tus hermanas serian las cómplices y a las que les contaría mis historias de suspenso inventadas, mis broncas contigo, mis chistes ácidos y alguno que otro secreto que hay entre los dos, ellas se encargarían de que para cuando llegue a tu patio, te encuentres totalmente dormida, con la puerta abierta para que llegues a escuchar mi aguardientosa voz, cuando ya estés tapadita con tus sabanas blancas y tu edredón color azul.
Tu padre, por supuesto que estará con cierto rictus de molestia reflejada en su rostro, posiblemente se encuentre pasado de copas, algo común los fines de semana. Seria bueno poder platicar con el, al calor de una buena cerveza, ver el partido el domingo a las 12, que no me vea como el “wey ese” o el que tiene los brazos alrededor de su hija cuando llega en las noches después del trabajo y pueda ser solamente... mmmm nose, algún apodo no tan despectivo, o mejor aun, me ubicaría al fin, como el novio de su hija.
Algún día, espero no muy lejano, poder abrazarte, besarte, tomarte de la mano si el temor que tu familia nos vea como si fuéramos jóvenes de secundaria que se esconden ante el miedo de ser descubiertos. Algún día, espero aparecerme en tu casa, en tu patio, empapado pues esta lloviendo, con frió, con un arreglo floral y sin rosas, con tus hermanas mis cómplices, con mis canciones desentonadas, con el nerviosismo de ver como tu madre me sonríe, con tu padre molesto, con mi corazón de frente y mis ganas de besarte cuando bajes a escuchar como termina mi canción, con las ganas de que algún día no muy lejano, te despierte cantando, desde nuestro patio....
Johnny.
Mayo 29, 2006.